Datos concretos

Para cumplir con un adecuado proceso de lavado es primordial utilizar productos y mano de obra especializados, así como una limpieza que no desgaste la superficie de concreto. Es importante mencionar que se deben utilizar soluciones con bajas concentraciones y aditivos químicos como amortiguadores, ya que las lesiones que pueda sufrir la superficie suelen ser irreversibles, por lo que se recomienda hacer muestras de los productos antes de su aplicación.

​​1. Lavado general. Esta tarea se lleva a cabo con agua y tensoactivos para remover grasas, residuos del curador o suciedad adherida. 

Para realizar este lavado es importante tener las siguientes consideraciones: limpiar la superficie de concreto con cepillo de cerdas; lavar con agua a temperatura ambiente; usar detergentes con pH neutro o champú; enjuagar con agua limpia a presión; dejar secar la superficie por dos días antes de sellar.

2. Eliminar manchas. Como sabemos, la eflorescencia ocurre de manera recurrente en productos que están hechos con cemento, no obstante, existen métodos para minimizar sus efectos en las superficies de concreto, sobre todo el de color.

Si ya realizaste el lavado general y, aún así, se presentan eflorescencias es recomendable usar agentes químicos: agentes ácidos, básicos, solventes orgánicos y detergentes no espumosos. Cabe aclarar que estos limpiadores deben ser especialmente para concreto, ya que el lavado con estos productos es efectivo para eliminar manchas, lama, hongos, ceras o grasas (incluso, existen solventes específicos para quitar pinturas y grafitis.

Finalmente, este proceso de limpieza debe realizarlo personal cualificado y con experiencia, no olvides que estas actividades deben incluir protección de los elementos, del personal de la construcción y de los usuarios de la obra.